Lo que debes saber sobre los Ecobricks

Producir menos desechos es un desafío. Especialmente cuando los plásticos se sienten tan esenciales para nuestras vidas y están escondidos en lugar inimaginables. Sin embargo, una de las tendencias que ha surgido hace poco y que está centrada en desechar los plásticos de una manera más ecológica, es la fabricación de ecobricks, también conocidos como ecoladrillos, ecobotellas o «botellas de amor».

¿Qué son los ecoladrillos y por qué son tan importantes?

¿Qué son los ecoladrillos?

Puede ser que hayas escuchado hace poco sobre los ecoladrillos (¡parecen estar de moda!), pero ¿qué son en realidad? Los ecoladrillos son botellas de plástico desechables que han sido limpiadas y empaquetadas junto con otros plásticos de uso único, para reusarlas como ladrillos para la construcción. Los ladrillos hechos con plástico reciclado ayudan a extender la vida del plástico desechable. En lugar de acabar su vida inmediatamente después de un solo uso, los ecoladrillos evitan que dichos plásticos desechables se envíen al vertedero.

La historia de las «botellas de amor»

¿Sabías que los ecoladrillos tienen su origen en Guatemala? Todo empezó como una técnica de construcción para resolver el problema que el exceso de plástico ocasionaba en las áreas que carecían de una infraestructura adecuada para tratar los desechos. ¡Muy pronto, otros países como Sudáfrica y Filipinas empezaron a hacer lo mismo!

¿Para qué se pueden usar los ecoladrillos?

Se pueden usar para construir cualquier cosa, desde muebles hasta edificios; ¡se han usado hasta para construir escuelas! Construir con ecobotellas es una excelente manera de reducir los plásticos que se desechan y acaban en los vertederos, extender la vida útil de los plásticos que se fabrican como plásticos de un solo uso y crear infraestructuras de precios razonables con materiales preexistentes.

Para asegurarse de que los ecoladrillos sean un remplazo resistente y seguro de los materiales de construcción, es indispensable tener mucho cuidado con la densidad y el peso. Los ecoladrillos, al estar fabricados con plásticos no biodegradables, nunca se descompondrán, lo que hace que sean idóneos para estructuras permanentes.

¿Cómo se hacen los ecoladrillos?

Tenemos la inmensa fortuna de vivir en zonas donde el reciclaje y la cultura de «cero desechos» se fomentan muchísimo. Recomendamos crear ecoladrillos solo como último recurso, ¡donde los desechos no pueden ser reciclados!

Reciclar plástico y convertirlo en ladrillos puede sonar complicado, ¡pero en realidad es mucho más fácil de lo que piensas! Estos pasos fáciles de seguir te ayudarán si deseas intentarlo.

Empieza una botella de plástico

Antes de comenzar con el proceso de crear ecoladrillos, tienes que decidir qué botellas de plástico vas a usar. La finalidad del ecoladrillo es reducir los desechos de plástico, así que evita comprar botellas de plástico con el propósito de hacer ladrillos de plástico. En su lugar, elige una marca de botellas que ya usas con frecuencia. El volumen de la botella es también importante; la mayoría de los ecoladrillos son entre 500 ml y 1,5 l, pero el tamaño que escojas dependerá de tu proyecto. Las botellas pequeñas son útiles para hacer paredes, pero las botellas grandes son más apropiadas para construir bancos para sentarse. ¡Asegúrate de que tu botella este limpia y seca antes de llenarla de plástico!

Agrega un poco de plástico

Puedes usar cualquier plástico en tus ecoladrillos en tanto que esté limpio, seco y que no sea biodegradable. Los mejores ecoladrillos tienen una buena mezcla de plásticos blandos y duros ¡ya que esto ayuda a que sean más densos! Para llenar todo el espacio dentro de la botella te recomendamos cortar los plásticos grandes en trozos pequeños.

Comprime lo máximo que puedas

Usa alguna varilla o palito que no le vaya a hacer un hueco a la botella, empuja el plástico que está dentro y presiona lo más que puedas. El objetivo es meter la cantidad máxima de plástico posible. Asegúrate de que no quede ningún espacio libre entre los trozos de plástico.

Continúa

Sigue llenando tu botella y comprimiendo el plástico hasta que la botella está completamente llena.

Pesa tu ecoladrillo

Una vez que consideres que el ecoladrillo está listo, debes pesarlo para asegurarte de que tiene la densidad suficiente. Una regla general es que el peso mínimo debe ser 0,33 g por ml. Si no pesa lo suficiente no lo vas a poder usar para construir así que debes seguir llenándolo con plástico hasta que tenga la densidad correcta.

Empieza el siguiente ecoladrillo

Una vez que te hayas enamorado de este proceso, sigue repitiéndolo para evitar que los desechos plásticos acaben en los vertederos.

Existen algunas reglas importantes que debes seguir cuando fabricas ecoladrillos para asegurarte de que se puedan usar una vez que estén listos. Estar reglas incluyen el no usar vidrio, ni metal ni materiales biodegradables.

¿Qué pasa después?

Has creado tu primer ecoladrillo de forma satisfactoria, ¿y ahora qué? Esta es una actividad comunitaria, lo que significa que no existen lugares denominados oficialmente para dejar tus ladrillos como donativos. O puedes empezar tu propio proyecto, como ¡construir un banco para sentarte en el jardín!

¿Has hecho ecoladrillos antes y tienes más consejos para su fabricación? ¡Cuéntanos en los comentarios!

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