¿Cuándo necesitas usar discos de lactancia?

La preparación para convertirse en madre por primera vez marca un capítulo completamente nuevo en la vida de cualquier persona. Hay mucho que aprender: desde cómo cuidar a otro ser humano (¡muy pequeño!), hasta los cambios que sufre el cuerpo, no solo durante el embarazo, sino también después de este. Uno de los cambios que se puede esperar después de dar a luz es que los pechos produzcan, y a veces pierdan, leche. ¡Y aquí entran en escena los discos de lactancia!

Si es la primera vez que oyes hablar de los discos de lactancia, sigue leyendo para saber qué son y cuándo puedes necesitarlos.

¿Qué son los discos de lactancia?

Los discos de lactancia son pequeñas almohadillas circulares diseñadas para mantener secos los pezones y la ropa cuando los senos empiezan a producir leche y esta se escapa después del parto y durante la lactancia. Se colocan entre el pezón y el sujetador (normal o de lactancia) para absorber la leche que gotea hasta el momento de su extracción.

Sufrir estos goteos o fugas sin una capa absorbente situada en el pezón puede provocar irritación o dolor por la exposición constante a la humedad y por las rozaduras. Los discos de lactancia están diseñados para evitar estas molestias, ya que ayudan a mantener los pezones secos.

Los discos de lactancia también ayudan a mantener la ropa limpia y seca. El hecho de dar el pecho no tiene por qué significar que se estropee la ropa o que la persona se sienta cohibida por los goteos de leche en público. Tampoco debería significar tener que hacer más coladas, ¡ya tienes suficiente con lo que tienes ahora!

¿Cuándo se necesitan los discos de lactancia?

La respuesta corta es siempre que exista el riesgo de que se produzcan pérdidas de leche por los pezones y se quiera proteger la piel y la ropa. Si no sabes cuándo los pezones pueden gotear leche, aquí tienes la respuesta un poco más larga:

Mientras dure el embarazo

Algunas semanas o meses antes del parto, el cuerpo puede empezar a producir leche, lo que puede provocar fugas. En ese momento, la leche puede tener un aspecto cremoso, claro y amarillo; esto se llama calostro, la leche de la primera etapa que el cuerpo producirá para tu bebé.

Si no tienes fugas durante el embarazo, ¡no te preocupes! Esto no es una señal de que no podrás amamantar si lo deseas.

Justo después del parto

En los primeros días después del parto y durante las primeras etapas de la lactancia (si decides dar el pecho), tu producción de leche se ajustará a las necesidades de tu bebé. Las pérdidas de leche son frecuentes durante este tiempo, ya que el cuerpo está aprendiendo la cantidad de leche que debe producir.

Si decides no dar el pecho, es probable que las pérdidas cesen a medida que el cuerpo deja de producir leche. Esto suele tardar entre 7 y 10 días.

Durante el periodo de lactancia

Algunas personas descubren que los senos gotean leche durante todo el tiempo que están dando el pecho. Esto es normal y no es algo de lo que tengas que preocuparte.

¿Qué puede desencadenar que los senos empiecen a gotear leche?

Durante el periodo de lactancia o el periodo en que es normal que los senos produzcan y goteen leche, hay algunos momentos que pueden desencadenar fugas entre las tomas. Estos pueden ser:

  • periodos de tiempo en los que estás lejos de tu bebé;
  • durante las relaciones sexuales;
  • mientras duermes;
  • si tienes demasiada leche; o
  • cuando oyes el llanto de tu bebé, o a veces de otro bebé.

Las pérdidas también pueden ocurrir sin motivo, o simplemente porque tus pechos están llenos.

Cómo utilizar los discos de lactancia

Los discos de lactancia deben colocarse entre el pezón y el sujetador a lo largo del día, según se necesite. Deben cambiarse cuando la leche se escape y, si es posible, también después de las tomas. Recomendamos cambiarlos cada 3-4 horas si es que todavía no se han cambiado debido a los goteos o a las tomas. La frecuencia variará en función de tu experiencia con los goteos y la lactancia, pero el hecho de cambiarlos en cuanto notes que están húmedos te ayudará a reducir el riesgo de infecciones o irritación.

Existen varios tipos de discos de lactancia, incluidos los reutilizables y los desechables. Recomendamos utilizar discos de lactancia que sean suaves y cómodos para la piel y que no produzcan sudoración e irritación, como los de plástico.

Los discos de lactancia Natracare no contienen plástico y tienen una cubierta suave de algodón orgánico certificado que es delicada con la piel. No atrapan la humedad como lo hacen algunos discos de lactancia con reverso de plástico. Los discos de lactancia son absorbentes gracias a nuestro núcleo de pulpa de madera de origen sostenible, y están certificados como «Made Safe» para ti y tu bebé.

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