¿Por qué las marcas de productos menstruales deben luchar contra el estigma?

¿Cuántas personas hemos crecido con vergüenza o asco de nuestro periodo? Hablamos de nuestros periodos en voz baja, escondemos nuestros productos menstruales al ir a cambiarlos en los baños públicos o decimos que no nos sentimos bien cuando no queremos correr el riesgo de hacer Educación Física con la regla. Para muchas personas, el estigma y la vergüenza del periodo son partes intrínsecas del hacerse mayor, y no la dignidad que debe tener el periodo.

¿Qué es el estigma del periodo?

En pocas palabras, el estigma del periodo es un término amplio para referirse a quienes se enfrentan a cualquier tipo de discriminación relacionada con la menstruación. Este estigma también puede interiorizarse, lo que afecta a la forma como la persona se siente consigo misma y hace que sienta vergüenza de su propio periodo. Como marca que suministra (con orgullo) productos menstruales, trabajamos para hacer frente al estigma del periodo como parte de nuestra misión de marca. No solo porque sois clientes y compráis nuestros productos, sino también porque comprendemos de forma innata la frustración y la rabia que supone trabajar en un mundo en el que se quiere discriminar a las personas que menstrúan.

El estigma del periodo también crea daños en el mundo real. Algunas personas que menstrúan y están en edad escolar no pueden asistir a clases cuando están con la regla debido a la falta de productos menstruales, o se ven obligadas a abandonar la educación por completo. Los productos menstruales suelen pasarse por alto en las donaciones benéficas para catástrofes mundiales o en las ayudas a los refugiados desplazados. Puede que algunas personas no se sientan cómodas hablando de su salud menstrual con los profesionales de la atención sanitaria, lo que provoca dolores innecesarios y riesgos para la salud potencialmente peligrosos. Estos son solo algunos ejemplos de cómo el estigma del periodo es un tema que tiene un impacto que va más allá de la simple charla sobre compresas y tampones.

¿Cómo las marcas de productos menstruales pueden contribuir al estigma?

Las marcas de los productos para el periodo presentan sus productos a las personas consumidoras a través de sus envases, publicidad y promoción (si es que hacen alguna). Todos ellos pueden afectar a la forma en que se percibe la menstruación. Por ejemplo, la publicidad refleja las normas culturales de nuestra sociedad basadas en el consumismo.

Cuando se anuncian productos menstruales (si es que se anuncian, pues ya se ha prohibido antes), históricamente ha sido con líquido azul para mostrar la absorción de los productos o mostrando a un tipo de mujer sonriendo y saltando de alegría. Esto es especialmente cierto en Norteamérica y Europa. Pero ¿es eso lo que significa tener el periodo? ¿Es así como solemos sentirnos cuando nos viene la regla? Pues, a lo mejor no.

Esto sienta un precedente de falsedad y contribuye a manifestar el estigma en torno al periodo mostrando falsas realidades. Los productos menstruales son un artículo de cuidado personal cotidiano y esencial. Puede que no siempre se consideren glamurosos o sexys, ¡pero esto no significa que deban retratarse como si sangráramos sangre azul! De hecho, se necesita más una presentación objetiva porque son un artículo esencial. La mitad de la población mundial tiene periodos durante casi la mitad de su vida. Las mujeres y personas de todas las formas, tamaños, razas y géneros menstrúan. El periodo lo experimentan diversas personas en todo el mundo y las marcas de productos menstruales deben servir para atender a todas ellas.

Las marcas de productos menstruales que optan por publicitar sus productos para el periodo utilizando imágenes anticuadas y suavizadas pueden hacernos sentir que no está bien tener el periodo y fomentan aún más el estigma del periodo en la sociedad.

Entonces, ¿cómo deben luchar las marcas de productos menstruales contra el estigma?

En realidad, nuestros periodos son sangre menstrual, calambres, cansancio, cambios de humor, hinchazón y mucho más. Los periodos son desagradables, no sucios. Y Natracare quiere celebrar que todo esto está bien. Está bien amar el periodo, está bien odiar el periodo y está bien sentir apatía hacia el periodo.

En la última década se ha producido un cambio increíble en la conversación en torno al periodo, ya que cada vez son más las personas que intentan romper con la vergüenza y el tabú que durante tanto tiempo han rodeado a la menstruación. Ha sido fantástico verlo. Las marcas de productos menstruales están cambiando su forma de anunciarse —y esperamos estar haciendo nuestra parte también.

A través de la publicidad, las marcas pueden ayudar a desmantelar tabúes reflejando las realidades de la menstruación sin enmascararlas, suavizarlas ni codificarlas. Las marcas pueden conseguirlo de las siguientes maneras:

  • Con un lenguaje honesto, utilizando palabras como periodo o menstruación y nombres de productos reales.
  • Desmontar la vergüenza mostrando sangre real o al menos líquido rojo —no azul.
  • Normalizar los periodos para todas las personas y mostrar el abanico de personas que menstrúan en todas las situaciones.

Por eso, en Natracare sentimos que tenemos la responsabilidad de proporcionarte información, empoderarte y hacer que sientas la mayor comodidad con nuestros productos menstruales orgánicos y naturales. Esta es una de las razones del cambio de la imagen de nuestros envases, diseñados para reflejar los temas de las personas, el planeta y las bases de nuestras campañas.

Más allá de hacer que nuestra clientela se sientan bien con los productos menstruales que compran, ¿por qué deben las marcas luchar contra el estigma del periodo? Porque es lo correcto. Porque nadie merece sentir vergüenza por ser humano. Porque todo el mundo merece sentirse digno durante su periodo. Porque debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo (¡Gracias Gandhi por esa verdad!).

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